El Déficit De Audición En Niños

Durante los primeros días de vida, el recién nacido durante su estancia hospitalaria, es sometido a diferentes pruebas que aseguran el buen estado de salud del niño.

En esta revisión, se incluye un exhaustivo examen de audición que consiste en 2 pruebas paralelas que permiten localizar problemas, déficits y hasta la calidad de audición del recién nacido.

Se trata de unas pruebas con técnicas no invasivas e indoloras llamadas:

Examen de emisiones acústicas que se centra en detectar si alguna de las partes del oído interno impide percibir los sonidos externos de forma correcta.

Esta prueba consiste en la colocación de un audífono en el oído del niño y la emisión de un sonido con el que el bebé debe reaccionar, en caso contrario, nos estaría indicando un posible problema de audición.

Examen de Respuesta Auditiva del Tronco Encefálico. Una prueba que servirá a los pediatras para determinar la respuesta al sonido del nervio auditivo.

Su proceso, también es indoloro y no invasivo, y consiste en la emisión de sonidos específicos a los que el bebé, ha de reaccionar tras la colocación de un audífono en las vías auditivas y unos electrodos en la cabeza.

Bebés con predisposición a problemas auditivos

Existen factores que favorecen o crean una predisposición del bebé a sufrir algún tipo de anomalía, sobretodo de tipo congénito y que en la actualidad, afectan a uno de cada 1000 recién nacidos.

Antecedentes familiares o problemas como el parto prematuro, complicaciones en el parto, necesidad mantener al recién nacido en cuidados intensivos o ciertos tipos de medicación, son los principales factores congénitos donde también intervienen los antecedentes familiares.

El reto del diagnóstico precoz

Como en cualquier enfermedad o problema, su pronta localización y diagnóstico es clave en el desarrollo psíquico social del niño.

A edades tan tempranas donde el bebe ha de desarrollarse y adaptarse al entorno físico y social, un déficit auditivo, afecta directamente a diferentes ámbitos de la vida cotidiana del niño.

Afectación al lenguaje: El ser humano tiene la facultad y la necesidad de comunicarse. Durante los primeros años de vida, es cuando a través de la audición, aprendemos palabras y frases que nos permite comunicarnos.

La dificultad en la escucha provoca directamente en el niño un retraso en el aprendizaje de la lengua, su correcta pronunciación y su fluidez.

Suelen ser niños con una estructura lingüística muy básica y frecuentemente sin sentido, pero también afecta a su capacidad de lectura y escritura.

Aislamiento social: Los niños con problemas auditivos, suelen aislarse como consecuencia de la dificultad de aprender conceptos nuevos.

El aburrimiento que les puede causar la participación en juegos colectivos, asambleas, lectura de cuentos o visionado de películas, fomentan este aislamiento. Esto, puede dar la impresión de estar ante niños conflictivos y desobedientes, aunque claramente no es ese el problema.

Problemas de aprendizaje: El déficit auditivo en niños, puede ocasionar un desinterés general en el ámbito escolar ante el problema que le supone al niño seguir con normalidad las materias impartidas.

Indicadores de problemas auditivos en niños

Si bien el 80% de los casos de déficit de audición en niños es detectado durante las pruebas que se realizan al nacer. Existe el 20% restante que será detectable durante los meses o años posteriores.

También ha de sumarse a ese porcentaje otros niños que por diferentes causas también puedan quedar afectados por este problema.

Signos de alerta por edad

Veamos algunos indicadores que nos pueden avisar de un inicio de sordera según la edad del niño:

• Entre los 8 meses y el año de edad, si el niño tiene una falta de balbuceo o no sigue con la cabeza cuando se le habla o se le emiten sonidos
• Hacia los 2 años el menor, no atiende a órdenes o no realiza un contacto visual al hablarle.
• Sobre los 3 años existe una incapacidad contrastada de repetir frases y localizar las diferentes fuentes de sonido cono norma general en su día a día.
• A los 4 años, es sintomático de un problema auditivo el hecho de que el niño no posee un discurso claro a la hora de explicar cosas cotidianas de su vida. Que le pasa, que ha hecho en el colegio, que ha visto en la tele…
• Si con 5 años el niño es incapaz de mantener una conversación.

Otros signos de alerta

Al margen de los indicadores que hemos visto relativos a una edad concreta, existen otros motivos que nos pueden hacer pensar en un déficit auditivo en el menor.

• Que el niño tenga como respuesta ante frases un ¿Qué?
• Una falta de concentración e imposibilidad de prestar atención de forma constante.
• Un exceso de volumen si escucha música o al ver la tele.
• Existe una falta de reacción corporal al hablarle. No gira la cabeza, no te mira.
• Cuando te diriges al niño desde una sala diferente en tu casa y no contesta siendo esto algo frecuente.
• Tiene problemas con palabras que contienen S, F, Z o CH

Una revisión auditiva ante cualquier sospecha, puede dar lugar a un diagnostico precoz de un déficit de audición.

Localizar y diagnosticar la hipoacusia en su fase inicial, da lugar a poner un tratamiento que mejorará no solo la capacidad auditiva del menor, sino también su vida social y académica.

Si tiene cualquier duda sobre la capacidad auditiva de su hijo o hija pida cita previa en nuestros centros y le realizaremos una revisión auditiva completa.