Por qué deberías aprender lenguaje de signos
Aprender un segundo idioma no solo es bueno para tu cerebro, también es una excelente manera de expandir tus habilidades de comunicación.
¿Qué es el lenguaje de signos?
A Juan Pablo de Bonet se le atribuye la publicación del primer libro instructivo en lenguaje de señas para sordos en 1620. El libro se basó en el trabajo de Girolamo Cardano, un médico italiano, quien creía que no era necesario escuchar palabras para comprender ideas.
Para aclarar, existe una gran diferencia entre el lenguaje de signos como idioma y el castellano de señas. Aquellos que hablan lenguaje de signos con fluidez usan los ojos, las manos, la cara y el cuerpo. El vocabulario y la gramática de lenguaje de signos también son diferentes del castellano. Como resultado, aprender a hablar lenguaje de signos como idioma será más exigente que simplemente aprender a comunicarse con señas y deletreo manual.
¿Quién usa el lenguaje de signos?
Algunos expertos argumentan que el hombre primitivo probablemente usó señas para comunicarse mucho antes de que se creara el lenguaje hablado. Y aunque todos hemos recorrido un largo camino desde entonces, ya sea que haya presionado el dedo índice contra sus labios para silenciar a un niño ruidoso, levantado la mano para llamar a un taxi o señalado un elemento del menú, ha usó el lenguaje de signos en su forma más simple.
La comunidad de sordos
El lenguaje de signos es el idioma principal de muchas personas sordas o con problemas de audición y se identifican como parte de la comunidad sorda. El lenguaje de signos no solo es diferente del castellano de señas, sino que también es tan diferente de su homólogo europeo como el castellano del francés. Al igual que aquellos con audición normal pueden detectar acentos de diferentes partes del país, aquellos que hablan lenguaje de signos también pueden detectar dialectos geográficos y jergas.
Padres
Hasta el 90 por ciento de los niños sordos nacen de padres oyentes, lo que puede hacer que el aprendizaje del lenguaje de signos sea un asunto familiar. Los padres que aprenden lenguaje de signos junto con sus hijos a menudo encuentran más fácil comunicarse en un nivel más profundo con su hijo sordo. Los estudios también indican que cuando un niño sordo o con problemas de audición aprende lenguaje de signos, mejora su capacidad para aprender su lengua materna. Lo mismo ocurre con el aprendizaje de la lectura de labios.
Profesionales
Si trabajas, aprender lenguaje de signos puede mejorar tu carrera y brindar un beneficio adicional al lugar de trabajo.
1.- Educadores: hoy más que nunca es común que los educadores tengan niños sordos o con problemas de audición en sus aulas. Muchos optan por aprender lenguaje de signos solo por esta razón; sin embargo, otros deciden certificarse para enseñar lenguaje de signos en las escuelas públicas.
2.- Primeros auxilios: la pérdida de audición es la tercera condición de salud crónica más prevalente que enfrentan los adultos mayores. A medida que la población envejece y aumenta la incidencia de pérdida auditiva, el lenguaje de signos se vuelve cada vez más relevante, especialmente en situaciones de emergencia cuando la comunicación con alguien sordo o con problemas de audición es fundamental.
3.- Proveedores de servicios: los trabajadores sociales, consejeros, psicólogos y profesionales médicos también encuentran beneficioso aprender el lenguaje de signos.
Por qué deberías aprender el lenguaje de señas
Aprender un segundo idioma (tercer, cuarto…) es bueno para la salud de tu cerebro.
Los científicos suecos descubrieron que aprender un idioma extranjero en realidad puede aumentar el tamaño de su cerebro. Los científicos también saben que las personas que hablan más de un idioma con fluidez tienen mejor memoria y pueden retrasar la aparición de la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Las recompensas son inconmensurables.
Cuando un ser querido no puede oír, el lenguaje de signos es una excelente manera de comunicarse de una manera rica y significativa. También es la mejor manera de desarrollar la conciencia y la sensibilidad hacia la cultura sorda.
